Es curioso. Muy, muy, muy curioso...
El sueño infantil y sus problemas es, sin falta, uno de los temas recurrentes en las tertulias entre madres, en los grupos de crianza y en los foros (de todos los colores...) de maternidad. Nuestro Grupo de Posparto de andar por casa no podía ser una excepción y, también, también lo hemos abordado en más de una ocasión. La mayor parte de las madres, prácticamente todas, problematiza de manera inconsciente el sueño de sus bebés y, con sus múltiples despertares, con su dependencia física de la madre, con su incapacidad para conciliarse lejos de la teta... lo considera anormal, erróneo, casi patológico. Muy pocas entienden que su hij@ es maravilloso tal y como es, y que duermen como duermen porque así lo deben hacer. Por qué? Tanto daño han podido hacer un solo señor, un solo método y un solo libro???
En estos días se habla mucho por la Red del "Donde dije digo digo Diego" del señor Eduard Estivill. Su método (que ni es método ni es suyo, pero bueno) ya no es aplicable a bebés de 4 ó 6 meses. Ahora nos descubre América reconociendo que no es esperable, ni posible!!! que un bebé de 6 meses duerma solito y del tirón en su habitación, abrazadito a su muñeco Pepito, porque la lactancia a demanda (¡!) y el ritmo madurativo de su cerebro no se lo permiten. Acabáramos... Ahora solo l@s niñ@s mayores de 3 años y con verdaderos problemas de insomnio (ein?) pueden dejarse abandonados llorando a su suerte, solo ell@s (y sus padres!) podrán beneficiarse de los estupendos resultados de su método (ni método ni suyo, insisto).Vaya por delante que yo no pienso asumir aquí que Estivill se ha retractado, como algun@s dicen, porque retractarse implica reconocer una equivocación que se ha cometido y hacer un propósito activo de enmienda. Y Estivill no ha reconocido error ninguno: Ha intentado esconder sus viejos argumentos con argumentos "nuevos" (ejem) y, con tanta falta de profesionalidad como poca vergüenza, ha intentado hacernos creer que esos argumentos, ese nuevo acento prolactancia, ese nuevo respeto a las necesidades de los bebés, ese apoyo en la evidencia científica, siempre han estado ahí. Qué desfachatez, por decirlo de una manera fina y educada... No, yo no pienso concederle la más mínima opción para excusarse por las barbaridades que lleva 15 años propagando entre la comunidad maternal, diga lo que diga su (previsiblemente) nuevo súper-ventas editorial.
Pero...
Voy a hacer aquí un poquito de abogado del Diablo y voy a decir algo que pienso y siento realmente, que va a sonar muy feo pero que siento y pienso de verdad: Estivill (ese personaje a mi modo de ver mezquino, interesado e inmoral...) y su método (lo dicho...) no son los auténticos y reales responsables de esos 15 años de llantos. No puede considerarse a Estivill responsable del bienestar (o todo lo contrario...) de tantos y tantísimos bebés porque los bebés son de sus madres y de sus padres, y son las madres y los padres los que toman las decisiones acerca de la crianza de sus hij@s. La responsabilidad acerca del bienestar (o no...) de los bebés es de sus p/madres.
Cómo es posible que tantos, tantos, tantos, tantos padres, durante tanto tiempo, hayan caído en el error de creer las tonterías sin fundamento del señor Estivill y su libro??? Un libro que enseña un método no-científico, cruel, antinatural a más no poder, doloroso, peligroso, desagradable y no sé cuántos adjetivos más... Cómo es posible que tantas madres hayan renunciado a su intuición, a su instinto y a esa necesidad imperiosa que todas las madres sentimos de abrazar a un bebé que llora??? Cómo hemos perdido el Norte hasta el punto de creer que nuestros bebés no saben dormir porque no duermen como este señor dice (decía...) que deben hacer??? Cómo hemos podido ceder la responsabilidad sobre nuestros pequeños??? Cómo nos hemos perdido tanto??? Me cuesta horrores entenderlo. Y no me vale la explicación del carisma de Estivill, de su prosa envolvente (perdón?), de la presión social ni nada de eso. No me valen.
Estivill es una mala persona; pero nosotras hemos sido muy estúpidas...
Espero que ahora, desmontados el pseudo-especialista y su método (ejem...), desprestigiado el libro maldito por su propio autor... espero que ahora, decía, ahora que no quedan excusas, empecemos a comportarnos más como m/padres y menos como borreg@s.