lunes, 27 de febrero de 2012
AMAMANTAR A CONTRACORRIENTE
Así titulaba hace un par de años un pequeño escrito que acabó colgado en la web-amiga de Proyecto Materna. Amamantar a contracorriente...( http://proyectomaterna.es/para-leer/articulos-lm/amamantar-a-contracorriente/)
Hoy me he acordado de él rumiando aún la resaca de la entrada anterior y reflexionando acerca de la situación que vivimos en el "Servicio de Lactancia Materna" (por llamarlo de alguna manera!) de nuestra tiendita. En este punto concreto, intentando comprender por qué dispongo del stock más completo -me consta- en accesorios de lactancia de toda la Comarca, del único espacio de asesoramiento de toda la zona... y prácticamente nadie lo usa, un número reducidísimo de madres del pueblo se ha acercado a él. Es extraño... ¿Será que las madres lactantes de la región no tienen nunca problemas, no se encuentran con ninguna duda, no necesitan ningún consejo ni...??? Esto sería genial, desde luego, una gran noticia, pero me resulta muy difícil creerlo, la verdad ¿Será entonces que prefieren desplazarse hasta la capital, con toda la incomodidad que esto puede suponerles, antes que hacer uso del servicio de nuestro establecimiento??? Y si no es eso, ¿no será que no les gusta la tienda, o el cartel de la publicidad... o que no les caigo bien yo!??? ¿Qué será...?
Al final, he caído en la cuenta de que la clave quizás esté en la pregunta más descorazonadora de todas, que sin embargo es también la más fundamental: ¿Será que prácticamente NO HAY madres lactantes???
Pausa dramática.
Será que no las hay, sí, muy probablemente.
Vivo en un pueblo muy pequeño en el que, en proporción, el número de bebés menores de 2 años es muy grande. De verdad, ¡aquí nacen much@s niñ@s! Miro a mi alrededor y veo cantidad de cochecitos, sillitas de paseo e incluso alguna que otra mochilita. En la puerta del cole, en la Plaza, en el parque... El pueblo está lleno de bebés, mires donde mires. De todos los colores imaginables. ¿Es posible que, de estos bebés, los que están siendo amamantados por sus madres no lleguen a ser ni la mitad, quizás ni siquiera un tercio, puede que incluso menos??? Me temo que sí es posible porque, lamentablemente, mires donde mires, el pueblo también está lleno de biberones. De hecho, y a modo de muy significativa anécdota, tengo que reconocer que son más las mujeres que han entrado en la tienda buscando biberones (que no vendo...) que las que se han interesado por nada relacionado con la lactancia materna.
De acuerdo; tendré que asumir que las mayor parte de las mujeres de la zona no amamanta a sus bebés; o que decide dejar de hacerlo al poco de nacer éstos. Muy bien, lo asumo. Pero no puedo dejar de hacerme una pregunta, realmente La Pregunta: ¿POR QUÉ??? ¿Por qué no quieren dar el pecho? ¿Por qué hay aquí, en mi pueblo, en la región entera, tan pocas madres lactantes?
El tema de la desinformación que comentaba en el artículo que os enlazo es más que importante a este respecto; sin duda, creo que está en la base del problema, Volvemos a lo que ya manoseamos tanto el otro día: Cuán grave es que los supuestos "expertos" se apoltronen en creencias desfasadas, en mitos sin fundamento, en miedos, en perjuicios, en juicios parciales, en intereses materiales muy poco ocultos... Qué enorme daño pueden hacer cuando tienen la desfachatez de publicar y patrocinar sin comprobar, sin estudiar, sin asegurarse.
Para entender hasta que punto esta desinformación nos está haciendo daño, hasta qué punto está pervirtiendo el que debería ser el orden natural de las cosas, os cuento algo muy inquietante que una madre-amiga muy involucrada en la atención a l@s inmigrantes del pueblo me comentaba hace algún tiempo: Entre los artículos de primerísima necesidad que las familias inmigrantes en situación más precaria solicitaban a los servicios sociales se encontraban, cada vez más, biberones y leches de fórmula para sus bebés. Algunas de estas familias tienen verdaderos problemas económicos, viven en situaciones muy-muy-muy precarias, pero se preocupan por guardar buena parte del poco dinero que tienen para comprar a sus bebés cereales de farmacia, tarritos de comida infantil y botes de leche artificial. Artículos todos estos que, seguro, en sus pueblos de origen no solo no estaban a su alcance económicamente hablando sino que, además, mucho más importante, quedaban muy lejos de su tradición y de sus usos culturales cotidianos. La tendencia parece ser que va en aumento, y al preguntarle directamente a la madre de una de esas familias cómo es que no amamantaba a sus bebé, por qué le alimentaba con leche artificial y con productos envasados (carísimos, más engorrosos y culturalmente tan ajenos a ella...) en lugar de darle pecho, sabéis cuál es la estremecedora respuesta que esta mujer dio a mi amiga??? "-Porque ahora que estamos aquí queremos que nuestr@s hij@s tengan lo mejor..."
Así que aquí "lo mejor" que podemos ofrecer a los bebés es la leche de fórmula y los potitos.
Algo estamos haciendo muy-muy mal...
Para esta madre pakistaní amamantar a su bebé en público en un ambiente en el que las madres locales tiran de bibe a la primera de cambio parece constituir un gesto de no-adaptación, de "atraso". Es triste, pero hasta cierto punto se puede comprender. Que dichas madres locales compartan esta creencia... eso ya no es justificable en absoluto. Es algo más que triste que estas mujeres, estas mujeres del pueblo, ésas que no usan mi "Servicio de Lactancia Materna" no porque no tengan problemas con su lactancia ni porque los tengan con mi tienda ni conmigo sino porque no amamantan... es algo más que triste, decía, que estas mujeres tengan el convencimiento de que su decisión de no amamantar no tiene demasiada importancia. Que crean que de verdad están dando a sus bebés lo mejor. Es más que triste.
Es un engaño, una alienación, una mentira, una estafa (...de la que son víctimas, aclaro!)
Es un problema de valores.
Es un problema de salud pública.
Es una pérdida a un nivel (cultural, histórico, de civilización....) que no creo que seamos del todo capaces de entender.
Mi tienda, mi trabajo y mi propia experiencia como madre lactante son una acción a contracorriente en este panorama que os dibujo. Voy a hacer un esfuerzo para creer, en esta tarde soleada de Febrero, que va a servir para algo...
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Muy buena reflexion, por eso cada una que amamantamos tenemos que influir en el resto de nuestras amigas y futuras madres para que esto cambie. Yo por lo menos soy una pesada pero espero hacer poso en ellas. Asi que el esfuerzo sirve para algo...
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, alister. Al final los grandes cambios sociales/culturales (y dada la situación actual está claro que éste lo es...) no suceden de arriba a abajo sino de abajo a arriba; son los individuos (o las individuas, jeje...) quienes los promueven y alientan; eso está claro!!! :)
EliminarParto de que mi bebe tiene 14 meses y toma pecho, nada de leche artificial y a parte come ya de todo.
ResponderEliminarNo suelo quedar con madres y esta semana he quedado en varias comidas asi que he visto la cruda realidad y me he acordado en tu articulo. Me ha parecido muy triste que yo sea la que siente desplazada cuando las demas madres hablan de sus biberones, sus ml, su marca de potitos preferida... todas esas cosas que a mi me suenan a chino y cuando te ven sacar la teta ponen cara de susto y te dicen que bien le das el pecho que suerte pero te miran raro. Te cuentan una historia de porque no han dado el pecho que a mi me suena a chino y vuelta a hablar de los dichosos ml.
Yo solo puedo contarles lo bonito que es dar el pecho, la cara que pone mi niño, todas las ventajas que tiene, cuento que no le doy papillas, que no duerme del tiron y duerme con nosotros y que le cuida su abuela en vez de ir a la guarderia y la conclusion es que yo soy la rara.
Ademas llevo un par de semanas en las que los comentarios tipicos empiezan a florecer en mi entorno, eso es vicio, aun le das el pecho ya te vale..., te esta chupando la vida porque he adelgazado, que gracioso como te busca la tetita y se parten la caja.. CANSINOS MAS QUE CANSINOS
En resumen despues de la chapa TRISTE MUY TRISTE , TU ARTICULO UN VIVO REFLEJO DE LA REALIDAD DE MIERDA QUE VIVIMOS CON RESPECTO A LA LACTANCIA.