sábado, 5 de mayo de 2012

YO TAMBIEN VOY A ESCRIBIR SOBRE BABYBOOM

No quería tener que hacerlo. De verdad que no me apetecía nada escribir sobre este tema, en serio, ya sabéis que comentar lo que se ve o se dice en la televisión acerca del tema parto siempre me da mucho yuyu; pero es que... Es que me está pasando lo que yo creo que nos está pasando a casi todas: Que o lo vomito, o reviento. Que si me callo y me lo trago siento que me voy a envenenar. Que, como diría mi abuela, hay cosas que claman al cielo y ante las que no se puede pasar de largo. No es que no se deba pasar de largo; es que NO SE PUEDE, es que es imposible, es que es imperativo tomar partido y dejar clara una postura. Es que...
De verdad que me cuesta hasta encontrar las palabras.
Soy consciente de que este blog lo leen algunas amatxus ajenas al ámbito... cómo llamarlo... a ese ambito en el que muchas otras nos movemos compartiendo blogs, asociaciones, listas de correo, foros, etc. Mujeres que no dedican su tiempo a ver videos de partos fisiológicos por internet, que no tienen una copia de las recomendaciones de la OMS subrayada y con anotaciones al margen, que no han oído hablar de cosas como "parto sin violencia", "cóctail de hormonas" ni "el planeta parto", ni de personas como Leboyer u Odent. Estas mujeres, probablemente, tampoco han escuchado nunca la expresión "violencia obstétrica". Bien. Para todas ellas, voy a intentar escribirlo bien claro:
"La violencia obstétrica es un TÉRMINO LEGAL que describe los DELITOSVIOLACIONES por parte del personal de salud en contra de los derechos de una mujer embarazada que esté en trabajos de parto."
La definición está extraída de Wikipedia, no es un arrebato extremista y radical que yo misma me haya sacado de la manga. Me he limitado a remarcar con mayúsculas y negrita los términos que considero fundamentales: Es un término legal, y hace referencia a delitos y violaciones. Vamos, que estamos hablando de algo muy serio... Estamos hablando de que las personas que provocan una situación de violencia obstétrica deberían ser considerad@s delincuentes.
Vale. Y... ¿por qué me pongo a hablar aquí de violencia obstétrica, de violaciones y de delincuentes?
Porque eso, eso precisamente y no otra cosa, es lo que estamos viendo los viernes por la noche en ese nefasto y obsceno programa de La Sexta llamado BabyBoom.
No voy a ser condescendiente. no voy a ser políticamente correcta y no voy a preocuparme por si a alguna lectora le molesta mi manera de expresarme. No estoy escribiendo esto como una opinión personal relativa a mis propios gustos y preferencias, no, estoy tratando de llamar la atención sobre algo gravísimo, y es que una situación que roza lo delictivo se está emitiendo en horario de máxima audiencia, comentado por una dulcísima voz en off y que hay muchas-muchísimas mujeres que lo están siguiendo con los ojos y la boca abierta pensando algo así como"-Oh, un parto, qué cosa más bonita..." Es como si de pronto un programa hiciera públicos los archivos secretos de un pederasta y todos al verlos exclamáramos sonrientes: "-Oh, fotos de niñ@s, qué cosa más tierna!" Nos estamos volviendo locos??????
Queridas madres y madres futuras que me leéis, "eso" que se ve en ese programa no son partos. Los partos no son así. Lo que vemos en ese programa son vejaciones, humillaciones, abusos de poder, faltas de respeto y de humanidad... son las salidas de tono de un personal sanitario incompetente que no debería, jamás de los jamases, entrar en contacto con algo tan valioso, tan enorme y tan casi-sagrado como es una mujer de parto. CUALQUIER mujer de parto, sea cual sea su historia, su circunstancia y hasta su comportamiento. Sí, he dicho de la mujer de parto que es algo "valioso, enorme y sagrado" porque lo es, de igual forma que puede convertirse en algo frágil, vulnerable y necesitado de todo el amparo y la contención del mundoY sí, sí, he dicho "personal sanitario incompetente" porque considero que una matrona o un obstetra deben saber, si quieren ser llamados "buenos profesionales", cómo tratar a una mujer de 19 años que perdió a su primer hijo menos de un año atrás y que ahora, en el paritorio, está aterrorizada y absolutamente invadida por aquella experiencia. Y si no saben cómo hacerlo, y en el programa de ayer dejaron bien claro que no lo saben (qué terrible e innecesaria cruelad...), no son personal competente. Punto y pelota.

http://www.lasexta.com/lasextaon/babyboom/completos/ultimo_programa_completo_de_baby_boom__peticion_de_mano_en_directo/609053/1
(... os copio el enlace por si necesitáis refrescar la memoria sobre esta historia...)

Lo que estamos viendo en ese programa no puede rubricarse con un "oh, un parto, qué cosa más bonita..." porque en un parto no puede valer todo. Lo que importa es que el bebé nazca vivo y sano, claro que sí, es innecesario que el personal protagonista del programa nos repita eso una y otra vez porque es algo que todos sabemos y en lo que estamos de acuerdo. Pero velar por la vida y la salud de un recién nacido no tiene por qué implicar ningunear, insultar, despreciar y maltratar a la mujer que lo está pariendo. De hecho, velar DE VERDAD por la vida y la salud de ese bebé debería implicar velar también por la salud y el bienestar de su madre, y cuando hablo de su salud y de su bienestar no me refiero solo a sus constantes vitales y a su percepción del dolor: También estoy hablando de su autoestima, de su confianza en sí misma, de la experiencia positiva de su maternidad... De todo lo que va a posibilitar que, pasado el parto, esa mujer sea capaz de relacionarse con su hij@ de una manera sana y feliz. Por el amor de Dios, qué clase de posparto le espera a esa pobre chica a la que, minutos después de parir, todo el personal presente en su parto le abronca por no colaborar y le dicen cosas como "- Que sepas que tu hijo ha estado a punto de morir por tu culpa!" ??? Y qué clase de posparto le espera, en consecuencia, también a ese bebé! Se me ponen los pelos de punta...
Quiero dejar claro, y lo voy a decir muy alto, que para nada me estoy refiriendo ni me voy a referir en este artículo al hecho de que en el susodicho hospital del programa se realicen más o menos cesáreas o inducciones, que se tire más o menos de oxitocina sintética y de monitores contínuos, que se presione más o menos para que las madres opten por la anestesia (o analgesia, como alguna matrona prefiere llamarla en el programa...) epidural, que se les obligue a parir tumbadas o que se les dirija los pujos. Todo eso puede ser (y de hecho lo es, seguro) muy malo, pueden ser prácticas muy erróneas y puede conllevar un montón de problemas y de patologías en mamás y en bebés. Es cierto, y es denunciable, sí, y es por desgracia un panorama común a muchos otros hospitales y a muchas otras maternidades del país. Lamentablemente, es así. Pero no es ése "el tema". No es a eso a lo que voy. No es eso (o no es eso solo, o no es eso fundamentalmente...) lo que anoche me hacía saltar las lágrimas mientras veía la tele: Era el trato a las madres, era el respeto perdido, la deshumanización, el miedo de esa chica, la crueldad de la ginecóloga, las burlas a otras madres en el programa anterior, la desinformación a la que les someten, la falta de empatía, la sensación de terror en todas ellas, la soledad, el miedo otra vez...
Nadie debería parir así. Ninguna mujer debería ser sometida a tal VIOLENCIA.
Y nadie que cometa violaciones como ésas debería quedar impune, ni legal ni socialmente.
No es bonito, no señor, no lo es...
No voy a meterme a discutir la parte de responsabilidad de la dirección del programa, de la productora, de los responsables del montaje... Que tienen su parte no lo dudo, y seguramente sea una parte importante porque son los que nos están intentando vender el horror cubriéndolo con un gran lazo rosa. Pero los verdaderamente responsables son los que perpetran ese horror. Lo verdaderamente terrible no es ya que eso salga en la tele, sino que eso ocurra.
Hemos regalado un programa de televisión con todo lo que ello conlleva (los halagos de la audiencia, los aplausos del público y sus coronas de "héroes de la maternidad" ) a un grupo de profesionales que, en un mundo más sensato y justo, solo merecerían el descrédito, la desconfianza y hasta una denuncia.
No mis queridas amatxus... no tiene nada de bonito...

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